Eagles Nest

La belleza natural de Nueva Zelanda es tan espectacular que puede permitirse tener unos lugares con unos nombres realmente discretos. Imagínese el sitio más espectacular que podría describir el nombre «Bahía de las Islas» y aún se habrá quedado corto. Esta región destaca por su extraordinaria geografía, aunque también es donde se encuentra el Eagles Nest, un hotel de primera.
Este hotel es una auténtica leyenda en Nueva Zelanda, pero su fama no está tan extendida en el resto del mundo. Puede que las reducidas dimensiones del Eagles Nest tengan mucho que ver con esto: con sólo cuatro villas y una capacidad máxima de 22 huéspedes, el número de personas que tienen el privilegio de poder correr la voz es muy limitado.
Aquellos afortunados que consiguen formalizar una reserva en este lugar, siempre vuelven a casa poniéndolo por las nubes. Las cuatro villas son casas de lujo, con un diseño absolutamente moderno, unas cocinas completamente equipadas, con electrodomésticos metalizados, y duchas con mamparas de cristal, al más puro estilo boutique exhibicionista. Las villas tienen una capacidad máxima de ocho personas y mínima de dos en la First Light Temple, la favorita de los recién casados (la de la ducha con mamparas de cristal, claro). Las villas más grandes disponen de piscinas que se confunden en el horizonte con el mar y bañeras de hidromasaje privadas, y todas están provistas de televisores con pantalla de cristal líquido y chimeneas de gas.
Hay una infinita variedad de opciones gastronómicas, la cuestión es hasta qué punto desea hacer uso de su chef personal; aunque también tiene la posibilidad de no solicitar el servicio de comidas y probar los restaurantes de las inmediaciones.
La oferta de actividades también es amplísima: desde la vela y la pesca de altura, hasta los tratamientos del spa, la natación o la simple y pura ociosidad. Lo único que no hay son zonas comunes. Cada villa es una especie de minihotel con todos los servicios necesarios; el Eagles Nest puede considerarse, por tanto, uno de los lugares más íntimos del mundo.