Le Prieuré

Este hotel, bautizado, con mucho tino, con el nombre de Le Prieuré, fue construido como priorato en 1322, pero desde que la familia Mille lo comprara en 1943, ha sido el escenario de otro tipo de vida contemplativa más mundana. Esta tranquilidad, otrora adscrita al clero, es ahora un bálsamo idóneo para el atribulado espíritu del urbanita actual, del mismo modo que el histórico pueblo de Villeneuve-lez-Avignon es ideal para refugiarse del mundo moderno.
En el antiguo edificio cubierto de hiedra del priorato se encuentran las habitaciones tradicionales, más bien pequeñas y pintorescas, decoradas con muebles antiguos y cargadas de historia, con el zumbido del aire acondicionado de fondo, que rompe el hechizo del pasado y nos devuelve al futuro. Una edificación aneja alberga habitaciones y suites más espaciosas y contemporáneas. Si bien es cierto que podrían carecer del encanto inmediato de las más antiguas, muchas de estas habitaciones ofrecen, a cambio, balcones individuales con vistas al patio y a la piscina.
Nos figuramos que la piscina se incorporó más tarde, pero seguro que el prior hubiera agradecido este alivio en los meses del estío provenzal. El restaurante es uno de los principales atractivos de Le Prieuré, con sus exquisitos platos regionales que se sirven bajo los arcos medievales y el techo de madera del comedor o en la terraza del patio exterior durante el verano.