Villa Sassolini Country Boutique Hotel

El hecho de alojarse en una villa toscana de lujo ya no implica necesariamente dormir en una cama de época con dosel, rodeadas de una pátina que ha sido aplicada esmeradamente con esponja en las paredes de una habitación que trata de parecer rústica a la par que elegante. Si bien es cierto que la fachada del Villa Sassolini es clásica, al más puro estilo de Chianti, los amplios interiores son relativamente sencillos y están desprovistos de frescos y cántaros de cerámica.

La parafernalia de los hoteles tradicionales brilla por su ausencia en las diez espaciosas suites, decoradas en tonos beis, blancos y chocolate, con profusión de madera lisa, líneas angulares bien definidas, sábanas frescas y cristales relucientes; si bien las vigas del techo son un vestigio de los orígenes del edificio. Este estilo elegante y contemporáneo, que no solemne ni vanguardista, se reproduce en todas las zonas comunes de la villa, entre las que se cuenta un restaurante de cocina toscana, excelente e informal, con mucho estilo y una carta de vinos magnífica.

De esta finca pequeña, pero bien conservada, cabe destacar la piscina, junto a la que se sirve el desayuno todas las mañanas. Además de estar rodeada de chaise longues, lavanda y romero, e iluminada con faroles por la noche, tiene vistas a los famosos viñedos de la región. El Sassolini es un hotel sofisticado, idóneo para parejas que desean desconectar de todo. Tal vez quede un poco a desmano de Siena, pero en las inmediaciones hay varios puntos de venta outlet de fabricantes de alta costura.

Aviso: El Villa Sassolini está abierto en temporada, de marzo a octubre.