Villa Fontelunga

El Villa Fontelunga no se corresponde en absoluto con el estereotipo de hotel toscano. Esta casa patronal ha sido completamente rediseñada y representa una encantadora fusión de lo antiguo y lo moderno, en fuerte contraste con el modelo arcaico de las típicas villas italianas repletas de frescos y antigüedades.
No tenemos nada en contra de este tipo de hoteles chapados a la antigua y es cierto que son la especialidad italiana y que siempre tienen una gran demanda. Así y todo, resulta alentador saber que existe otra alternativa; un lugar contemporáneo y sin pretensiones en el que antigüedades tradicionales comparten el espacio con muebles de Starck y Arne Jacobsen; una pequeña villa (con sólo 9 habitaciones) que se asemeja más a una casa de invitados que a un hotel.
Las vistas son impresionantes: dominan el Val di Chiana, hacia Cortona, y abarcan la novelesca campiña toscana, con sus olivares y sus cipreses; un paisaje más sosegado y más sobrio que el que ofrecen algunos de los complejos hoteleros de la costa que tanto llaman la atención, pero precisamente ese es el objetivo: quedarse en Villa Fontelunga para escapar de toda la parafernalia de la corriente principal italiana de los viajes de lujo.
Aunque el hotel no tiene un restaurante propio, en los alrededores se pueden encontrar muchos y la terraza es el lugar ideal para contemplar las vistas mientras se toma el desayuno, el almuerzo o cualquier cosa para beber. Además, a pesar de que se pueden dar muchos paseos disfrutando de la naturaleza y los viñedos, hay más cosas en Arezzo, como por ejemplo, tiendas de Prada, Gucci, y Armani.

Aviso: Se exigirá una estancia mínima de 2 noches en Villa Fontelunga. Fontelunga es un hotel de temporada y está abierto desde marzo hasta noviembre.