Hôtel Julien

Como destino para unas vacaciones, Amberes sigue siendo uno de los secretos mejor guardados de la Europa Occidental. Esta ciudad europea del comercio de diamantes, segunda ciudad más importante de Bélgica y su capital de la moda, es el complemento estilístico ideal para la ilustre y más seria Bruselas y el escenario en el tienen que pasar la prueba las innovaciones de la próspera moda belga.

Parece razonable, por lo tanto, que Amberes albergue hoteles interesantes. Pero no hoteles boutique extravagantes que buscan marcar tendencia, sino hoteles chic, más discretos y sencillos, como el Hotel Julien. Con sus 11 habitaciones, está situado en un edificio en pleno centro histórico, cerca del Grote Markt y la Catedral de Nuestra Señora. Tras su fachada histórica, alrededor de un tranquilo patio interior, encontramos la imagen perfecta del diseño moderno minimalista. Tal y como cabe esperar: nada frío ni estéril, solo líneas nítidas, madera clara, tonos neutros en color crema y enormes camas blancas. Los cuartos de baño ofrecen un toque de mármol en línea con los gustos más tradicionales, además de accesorios modernos y punteros, y productos de baño de primera categoría.

El alojamiento incluye un delicioso desayuno, y se ofrece café recién hecho y chocolate belga durante todo el día. Dispone de una terraza en la azotea con vistas a la catedral de Amberes y un bar en el que se sirven whiskies y cervezas belgas. No se trata de un oasis cinco estrellas, sino de un lugar cómodo y con clase donde dejar la maleta de camino al museo Rubens o a las tiendas de «Los Seis de Amberes».