Grand Hôtel Roi René

Puede que la ribera francesa sea definida por la ostentación y el glamour. A diferencia, no cabe duda de que Aix-en-Provence es el destino ideal para una elegancia más reservada, y el Grand Hotel Roi René, en el centro de la ciudad, ubicado en el bulevar principal del mismo nombre, es el ejemplo perfecto. Desde un principio, la colección MGallery parece especializarse en actualizaciones contemporáneas de estructuras clásicas, y este edificio de baja altura, que se edifica alrededor de un patio y piscina, ofrece una abundancia de materia prima.

Sin embargo, es su remodelación contemporánea, mezclada con elementos antiguos, lo que logra elevar dicho material en algo verdaderamente extraordinario. Los espacios públicos son frescos y agradables, llenos de muebles nuevos de estilo clásico, mientras que las habitaciones se inclinan más hacia el extremo contemporáneo del espectro, con un toque de Zen providencial—compuesto de líneas puras acopladas con cálidos tonos terrosos y una abundancia de luz natural, procedente del sol meridional. Asimismo los componentes electrónicos son sutilmente modernos, desde los televisores de pantalla plana a las luces LED al lado de la cama, y las comodidades de baja tecnología sin duda se tiene en cuenta e incluyen camas grandes y lujosas salas de baño.

El Table du Roi es un restaurante francés clásico que le lleva unos cuantos pasos delante de la cocina típica de hotel, y como debe de ser, dada la localización del Roi René, también cuenta con una gran variedad de restaurantes excelentes a su alrededor. Aquí se vive la buena vida, al estilo Aix—aunque, tal vez, un poco más tranquila, a su manera que las versiones respectivas de Cannes o de Saint-Tropez, pero no menos digna, para nada.