Quinta Real Acapulco

El Quinta Real, que se alza sobre la playa desde una ladera en Punto Diamante, es uno de los hoteles de lujo más elegantes de México: nada que ver con el resto de las precipitadas construcciones de Acapulco. En la recepción, a nivel de la calle, se da la bienvenida a los huéspedes con una toalla húmeda y un vaso de vino, antes de que emprendan el descenso de las escaleras de piedra que, entre jardines inmaculados, conducen al salón y a las habitaciones.
En el Quinta Real sólo hay suites y todas ellas son exquisitas, sin la más mínima sombra del pretencioso estilo colonial; en su lugar, ostentan una elegancia internacional y contemporánea, a base de suelos de mármol, cabeceras con ornamentos esculpidos y sillones de orejas. Un magnífico surtido de almohadas garantiza el descanso de los más quisquillosos a la hora de dormir. El cuarto de baño, a su vez, está surtido de artículos de baño de Hermès. Todas las habitaciones tienen balcones privados, desde los que se domina la bahía, y las mejores están equipadas con pequeñas piscinas privadas en terrazas exteriores.
El personal es atento, a la par que tranquilo: siempre hay empleados pendientes de la zona de la piscina, que se ocupan de servir bebidas y entregar toallas secas incesantemente. Hay un restaurante de alta cocina en lo alto de la colina y un restaurante de marisco más informal en una cabaña rústica con tejado de paja del club de la playa, lo que significa que no tendrá ninguna necesidad de ir a la ciudad. También se ofrecen las siguientes actividades de ocio: tratamientos en el spa, tenis, golf y todo tipo de deportes acuáticos, aunque nadie le impide limitarse a estar sin hacer nada todo el día.