The Samling Hotel

En un país tan densamente poblado como este resulta difícil encontrar un sitio que esté verdaderamente apartado. Un ejemplo es el Samling, una casa del siglo XVIII convertida en un hotel boutique íntimo de once habitaciones que se encuentra en pleno campo, en lo alto de una ladera desde la que se domina el lago Windermereen de Cumbria, el condado del noroeste de Inglaterra.


Aquí «íntimo» no es una hipérbole. La casa es tan pequeña que puede reservarse entera para grupos, y, como hotel normal, también es más íntimo y sencillo que la típica casa solariega. El Samling no parece el decorado de una obra llena de sirvientas y lacayos, sino una casa de campo particular. La casa, las tierras y el lago son su principal atractivo, y el servicio, a pesar de ser excelente, queda relegado a un segundo plano.


A decir verdad, el entorno tampoco coincide con el del típico hotel de campo. La casa no se enclava en medio de hectáreas de jardines impecables, sino en un paraje agreste. Desde las habitaciones majestuosas hasta el elegante restaurante, pasando por la ladera cubierta de zarzas y de maleza, el Samling está lleno de incongruencias.