Altapura

Val Thorens presume de su posición como el resort de esquí más elevado de los Alpes, y desde un punto de vista más práctico, también asegura ser el más grande, al menos en términos de extensión. Pero si hablamos de hospitalidad, un pueblo de esquí no es relevante hasta que los Sibuets no establecen un hotel ahí. El Altapura, como sus hermanas en Megève, es la respuesta a varias quejas recurrentes sobre este tipo de alojamientos. Tiene un estilo moderno sin dejar de ser alpino, es confortable sin recaer en lo kitsch y demuestra que se puede combinar un entorno social sofisticado con un ambiente familiar.

La estética se suele describir como escandinava, pero si uno ve más allá de la madera clara, comprenderá que realmente se trata de una interpretación posmoderna de un albergue alpino típicamente francés. Aparentemente, los enormes troncos han sido talados para fabricar los muebles, piezas de mosaicos, o biombos decorativos; hasta la típica taxidermia hace su aparición, aunque en gran medida en madera tallada estilizada.

En una posada de esquí, sin embargo, los placeres tangibles toman precedencia sobre los visuales, y en esto Altapura no decepciona. Las habitaciones, por llamativas que sean, no son austeras y el mobiliario moderno cumple su cometido en términos de confort.

Los tres restaurantes ocupan espacios contemporáneos, pero varían en ambiente, desde el ultra acogedor La Laiterie hasta Les Enfants Terribles, que es un tanto más formal. Mientras, el spa Pure Altitude, con sus siete salones de tratamiento y su piscina interior climatizada, es una alternativa aceptable a un día en las laderas. Y, por si fuera poco, el Altapura cuenta con acceso directo a pistas con y una tienda de esquí en sociedad con Goitschel.

Nota:

El Altapura es un alojamiento de temporada y está abierto desde finales de noviembre a mediados de abril.

Indicaciones para llegar al hotel:
El Altapura queda a 30 km del aeropuerto de Courchevel (CVF), lo cual toma aproximadamente una hora en coche.