Hanging Gardens of Bali

Puede que no sea Babilonia, pero el nombre de Hanging Gardens Ubud bien podría figurar entre los de las maravillas del mundo. No hay más que ver el paraje en que se enclava: a media hora de Ubud, la famosa localidad del interior de Bali, el complejo hotelero se asoma a un valle densamente arbolado desde una altura que obliga a los huéspedes a tomar el funicular que los lleva de la recepción a sus villas.

Los alojamientos tienen un estilo bastante conservador, pero están equipados con todas las comodidades de lujo, entre las que destacan las piscinas privadas. Aquí lo que cuenta no es el diseño de interiores, sino las vistas; no echarás de menos los muebles de diseño mientras contemplas el paisaje del valle.

Las mejores vistas se disfrutan desde la piscina infinita, que saca el máximo partido de su posición privilegiada, con dos niveles en los que uno tiene la sensación de estar suspendido en el aire sobre el valle. Si a la receta le añadimos clases de yoga, un spa y un chef diligente a cargo de dos restaurantes indonesios, nada puede salir mal. Tal vez Ubub ya sea un secreto a voces, pero el Hanging Gardens está lo suficientemente lejos como para que la tranquilidad sea absoluta.

Indicaciones para llegar al hotel:

El Hanging Gardens Ubud se encuentra a 90 minutos en coche del aeropuerto internacional de Ngurah Rai.