Bisma Eight Ubud

¿Puede haber algo mejor que un hotel boutique balinés? La respuesta es sí: un hotel boutique balinés con reminiscencias japonesas. Tome una piscina infinita y súmele una bañera artesanal de inspiración japonesa en cada habitación; tome un tranquilo entorno en plena jungla y suba la apuesta con un diseño minimalista, la posibilidad de practicar yoga en la azotea y un desayuno tan rico y bien presentado que casi da pena comerlo. Haga todo eso y obtendrá el Bisma Eight, un hotel de 38 suites en pleno centro de Ubud. Esta localidad es la capital de la artesanía de Bali, algo que los diseñadores del hotel no han dejado de aprovechar. Con todo, el resultado es muy diferente de lo que cabría esperar en un sitio así y eso, precisamente, es uno de sus grandes atractivos.
Las suites se dividen en tres categorías con nombres que hablan por sí solos: “Jardín”, “Canopia” y “Jungla”. El hotel consta de dos plantas. En el bajo están las suites “Jardín”, dotadas de camas king size –separadas si lo desea del resto de las zonas de estar– y, claro está, de jardines privados. En la planta alta están las “Canopia”, con balcones privados revestidos de bambú y hiedra. La joya de la corona son las suites “Jungla”: estas pequeñas cabañas en los árboles disponen de balcones y terrazas privadas en voladizo con espectaculares vistas de la jungla que se extiende a sus pies. Todas las suites están equipadas con una bañera japonesa, hervidor eléctrico y wifi. Técnicamente, podría tomar un té y consultar Instagram mientras se relaja en su bañera, pero, por el bien de su móvil y demás tablets, nos atrevemos a recomendarle que disfrute de esos placeres por separado.
El Bisma Eight dispone asimismo de gimnasio, una gran piscina con solario y una biblioteca, junto a la anterior, con material de lectura. Por otro lado, el Library Café le dará la oportunidad de tomar un capuchino mientras hojea una revista, mientras que el restaurante del hotel, el Copper Kitchen & Bar, propone una cocina asiática contemporánea. Piense sin embargo que el hotel está a apenas quince minutos a pie del centro de Ubud y de sus bares, tiendas y cafés. No dude pues en ir a divertirse al pueblo, sabiendo que a la vuelta le aguarda una auténtica joya de inspiración nipona oculta en plena jungla.