The Ritz-Carlton Toronto

Toronto probablemente sea la ciudad más grande, animada y cosmopolita de Canadá y que, siendo así, es normal que sus mejores hoteles de lujo sean realmente de primerísima categoría. En este sentido, es habitual que el nombre de Ritz-Carlton sea de los primeros en ser citados cuando se trata de hotelería de alta gama, pero el caso del Ritz-Carlton Toronto es completamente inusual: cierto que la venerable marca de lujo nos tiene acostumbrados a un servicio de primera y a un nivel de confort impecable –que es exactamente lo que ofrece aquí–, pero también es cierto que el diseño que solemos ver en otros hoteles de la marca no es ni de lejos tan moderno como el de este hotel.

De acuerdo con la reputación de la cadena, las habitaciones y suites son lujosas, pero de buen gusto. Sus grandes ventanales ofrecen impresionantes vistas y en ellas, equipamientos tradicionales como los baños de mármol conviven con otros más vanguardistas como los televisores de espejo con alta definición. Su spa Clarins es equiparable a cualquier otro de la ciudad y tanto el TOCA (el restaurante italiano de alta cocina) como el DEQ Terrace & Lounge se han convertido en un punto de encuentro para los huéspedes del hotel y también para los habitantes de la ciudad.

Su ubicación, en pleno centro de Toronto, sitúa al huésped a escasos minutos del centro de convenciones y de algunos de los destinos culturales más destacados de la ciudad, sin olvidar que los equipos locales de hockey, baloncesto y béisbol juegan a poca distancia. Esta es una buena noticia para el turista, pero también para el hotel: buena parte de la clientela de un hotel como el Ritz-Carlton proviene del mundo de la interpretación y de los deportes, por lo que, si decides alojarte aquí, nunca sabrás con quién podrás cruzarte en su lobby…