Cliveden House

No hay muchos hoteles ingleses que ofrezcan un estilo de vida más aristocrático que el del Cliveden House de Berkshire. Este monumento histórico italiano del siglo XIX, rodeado de 162 hectáreas de jardines protegidos por la Dirección General Británica del Patrimonio Nacional, es realmente monumental. Es un hotel imponente tanto desde el punto de vista físico como histórico, sobre todo, por sus célebres propietarios, los Astor, sus distinguidos huéspedes, entre los que se cuentan todos los monarcas británicos desde Jorge I, y cuanto ha sucedido tras sus paredes, especialmente, el escándalo Profumo de 1916.
Un mayordomo saluda a los recién llegados y las bebidas en licoreras sustituyen a la vulgar costumbre del minibar. Las habitaciones no tienen números, sino nombres, concretamente, los de sus huéspedes y residentes más famosos, desde Charlie Chaplin hasta la propia Lady Astor. Los interiores no podrían ser más opulentos y solemnes. En cuanto al restaurante, que ostenta la consabida distinción concedida por la Guía Roja Michelín, el aviso «traje adecuado para cenar» se da por leído.
Los jardines y algunas zonas de la casa están abiertos al público varias horas al día: una molestia inherente a su condición de patrimonio «nacional». Menos mal que no hay problemas de espacio y ni siquiera el grupo de turistas más numeroso podría alterar la calma absoluta que reina en Cliveden. Si, así y todo, sigue empeñado en proteger su intimidad, siempre puede reservar la Spring Cottage, a orillas del Támesis, que incluye un mayordomo personal y un coche con chófer para recorrer el breve trayecto hasta la casa principal.