Grand Hôtel du Cap-Ferrat, A Four Seasons Hotel

Cerrado todos los años durantes los meses de enero y febrero.
No cabe duda de que la Costa Azul está abarrotada de ricos y famosos, y mueve dinero a espuertas. El Grand Hotel du Cap-Ferrat es un rinconcito idóneo para quienes deseen codearse con la flor y nata de la sociedad; aunque, obviamente, no es un lugar apto para quienes viajen con un presupuesto ajustado.
A un año de su centenario, el hotel no oculta la identidad de sus ilustres huéspedes —estadistas, aristócratas, magnates de la industria y estrellas del pop, entre otros—; no obstante, incluso si usted no es digno de tener su propio retrato en el bar del Grand, el personal le tratará como si lo fuera. Si a esto le suma el estilo sobrio del edificio, la belleza deslumbrante del paisaje, la excelente comida y el ambiente sofisticado del lugar, se sentirá como un miembro de la realeza, sea cual fuere su linaje.
Naturalmente, todas y cada una de las 44 habitaciones y nueve suites son tremendamente lujosas, con sus muebles de maderas exóticas y sus cuartos de baño acabados en mármoles excepcionales. Aquellos huéspedes adinerados que consideren insuficiente la intimidad que les proporciona el edificio principal quizá prefieran alojarse en el Villa Rose-Pierre, una finca realmente espectacular, oculta entre jardines aromáticos.
El Grand Hotel du Cap-Ferrat constituye un destino en sí mismo. Muchos huéspedes se relajan en el club de la piscina mientras brilla el sol y se trasladan a los bares y restaurantes cuando anochece, sin aventurarse jamás a salir del recinto del hotel. Hay bicicletas de montaña para pasear por el Cap Ferrat y un funicular que baja a la playa desde el hotel, pero cualquier otro tipo de excursión requerirá el uso de un coche o del tren.