Hotel Christopher

Un lugar más para ver el mar que para ver y ser visto… Es posible que el hotel Christopher tenga menos ínfulas que algunos de los establecimientos más lujosos de Saint Barth, pero no por ello resulta menos elegante. Lo que realmente hace que se desmarque de la competencia, aparte de su ubicación en una ladera de la Pointe Milou –algo que lo aleja claramente de los lugares más concurridos de la isla–, es cierta falta de pretensiones, un ambiente acogedor y una naturalidad en el trato que, como un buen enfoque o un carácter cordial, hace que un hotel ya de por sí convincente parezca mucho mejor.
Las habitaciones y suites son luminosas, frescas y contemporáneas. Muchas de ellas disponen de patio privado, otras de una zona de estar al aire libre que borran los límites entre el espacio interior y el exterior. Pero si la simplicidad no es lo suyo, el Christopher también sabrá sacar su lado más lujoso. Para comprobarlo, basta con echar un vistazo a sus suites, no por más espaciosas menos coquetas: la Ocean Jacuzzi Suite le hará sentirse poseedor de una villa de ensueño en Saint Barth, mientras que la Ocean Panoramic Suite le hará ponerse en la piel de un presidente.
Las playas no están muy lejos, pero para la mayoría de nosotros, la piscina infinita con sus tumbonas (y su servicio de bebidas) será suficiente. Entre esto, un par de bares, el nuevo SISLEY Spa y los dos restaurantes del hotel (uno para el almuerzo, otro para el desayuno y la cena), no tendrá que salir del Christopher para nada. Eso sí, si no lo hace, será porque no quiere: los alrededores brindan la oportunidad de practicar tanto el surf como el windsurf o la pesca en alta mar y realizar todo tipo de excursiones en barco de motor o de vela.
Cómo llegar: El hotel Christopher está situado a 10 millas (unos 16 km, calcule 15 minutos) del aeropuerto Rémy de Haenen y ofrece traslados de cortesía el día de llegada y de salida.