Katikies Chromata

El Chromata se enclava en el punto más alto de la caldera volcánica de Santorini, muy por encima del nivel del mar. Merecería la pena alojarse en él, aunque solo fuera por las vistas. De hecho, algunos hoteles de Santorini se han conformado con tener unas magníficas vistas, quizá en la creencia de que cualquier diseño de interiores, por muy deslumbrante que fuera, palidecería ante la belleza natural del paraje.

Sin embargo, aquí no es así. Las habitaciones y suites del Chromata son un lienzo en blanco, o un marco para el azul intenso del mar que se divisa en el exterior. El mobiliario, de líneas limpias y modernas, queda relegado a un segundo plano, y los cuartos de baño, por indulgentes que sean, son de lo más elegante.

El hotel dispone de una piscina espectacular donde las haya, que ofrece a los bañistas, desde la vertiginosa situación privilegiada del Chromata, unas extraordinarias vistas de la caldera. También hay un restaurante junto a la piscina, en el que se sirven comidas y cenas. Para una cena más especial e íntima, puedes reservar una mesa privada a la luz de velas.

Si te cansaras del panorama de la caldera y te apeteciera ver otras cosas, la localidad de Imerovigli se encuentra a solo unos pasos del hotel y la capital de Fira está a diez minutos en coche. El hecho de que el Chromata esté situado en lo alto de un acantilado también tiene otro tipo de consecuencias: por motivos de seguridad, no se admiten niños menores de 13 años.

Nota:

El Chromata es un hotel de temporada, y está abierto desde abril hasta octubre.

Indicaciones para llegar al hotel:
La isla de Santorini (antiguamente Thira) es accesible por avión o por ferri. El tiempo de vuelo desde Atenas es de aproximadamente 45 minutos.

Los ferris desde el puerto del Pireo en Atenas hacia Thira tardan aproximadamente 5 horas.