Nayara Alto Atacama

Mientras que otros hoteles de aventura chilenos realizan grandes gestos arquitectónicos, la cabaña de terracota del Nayara Alto Atacama fue diseñada para integrarse perfectamente con el entorno que la rodea. Y cuando ese ambiente es la belleza de la Cordillera de la Sal en el desierto chileno de Atacama, el resultado es sutil y termina siendo uno de los hoteles más llamativos del planeta.

San Pedro, una ciudad oasis en el corazón del desierto más alto y seco en la tierra, cuenta con varios resorts de lujo. Caminando por los jardines del hotel descubrirás un «parque andino» diseñado para ser un microcosmos del desierto con plantas autóctonas y el paisajismo tradicional del altiplano. Las habitaciones o suites disponen de terraza privada en las que relajarse contemplando el impresionante Valle de Catarpe durante el día o de noche para disfrutar de algunas de las mejores vistas nocturnas del mundo.

El establecimiento se toma muy en serio su concepto de hospitalidad en esta parte inhóspita del mundo, por lo que sus paquetes son de todo incluido, y el restaurante Caur es uno de los mejores de la región de Nayara Alto Atacama. El chef Daniel Molina ofrece un menú mediterráneo con productos de la región y guiños locales a sus platos. El chef Molina cultiva algunas de sus propias hierbas y frutas en los terrenos del hotel. Para preparar su inolvidable pisco sour, utiliza la hierba local rica-rica local, que recuerda a la menta y al romero. Y, si necesitas ayuda para relajarte aún más, quizás después tras un largo día explorando las ruinas incas o paseando en bicicleta por los cañones del desierto, el Puri Spa, que ofrece saunas, baños turcos y más, es uno de los mejores de América Latina.