CASA HOYOS - HOTEL BOUTIQUE

Cierto que Casa Hoyos no es el único hotel boutique mexicano acondicionado en una casona colonial con patio de estilo andaluz y coloridos azulejos, pero hay que reconocer que el lugar es encantadoramente único en su género. La decoración –inspirada en la figura de Julián Hoyos, el español que adquirió la propiedad en 1938– rebosa alegría, color y carácter. Aparte del azulejo pintado a mano de la Dolorosa de Loreto, que custodia solemnemente los arcos del patio, el aspecto es caprichoso y nostálgico, salpicado de vegetación y piezas variopintas.
Las habitaciones transmiten nada más verlas una sensación de frescura y minimalismo, palpable sobre todo en sus baños alicatados de estilo vintage y en sus angulosas camas con dosel. Pero es necesario fijarse en los detalles: los muebles hechos a medida y los objetos decorativos realizados por artistas mexicanos rinden homenaje a las tradiciones artesanas de todo el país.
Destaca la terraza de la azotea, revestida de terracota y salpicada de cactus. Desde su piscina y desde su bar al aire libre especializado en cócteles creativos a base de mezcal podrás admirar el skyline de la ciudad, del que emergen pintorescos campanarios y cúpulas de iglesias. El desayuno, servido cada mañana en el patio, es un placer solo al alcance de los huéspedes.