Le Saint-Paul

En la Costa Azul no todo son los lujosos hoteles casino de Montecarlo o los grandes palacios de Cannes, como podemos comprobar al visitar el hotel Le Saint-Paul. El pueblo amurallado de Saint Paul de Vence se encuentra a solo 15 kilómetros de distancia del aeropuerto de Niza, a medio camino entre Cannes y Mónaco, aunque lo cierto es que al recorrer sus calles angostas y contemplar sus fortificaciones centenarias, uno tiene la sensación de estar en un mundo diferente. Otro de los atractivos de Saint Paul de Vence son sus espectaculares vistas al valle y al Mediterráneo.

El hotel propiamente dicho es un lugar de lo más acogedor, debido en gran medida al hecho de que fue en su día una residencia privada. Como es de suponer, los franceses del siglo XVI se conformaban con habitaciones bastante más pequeñas que las lujosas suites de muchos hoteles. En el hotel Le Saint-Paul esta falta de espacio se suple con creces con su encanto y su confort. Las habitaciones han sido decoradas con esmero con muebles antiguos y tejidos estampados, y muchas de ellas tienen balcones con preciosas vistas al valle.

El restaurante del hotel goza de una excelente reputación, no solo por su cocina sino también por la belleza de su entorno; uno de los comedores está habilitado en una sala abovedada con murales y frescos en las paredes, otro tiene una fuente impresionante, y un tercer comedor ha sido habilitado en una terraza, ideal para aquellos huéspedes que deseen cenar al aire libre mientras disfrutan de unas vistas espectaculares. Los amantes de la buena mesa no deben olvidar que el sur de Francia destaca por su enorme oferta gastronómica, que les animamos a conocer, y desde luego, si hay algo por lo que destaca el Saint Paul es sin duda por su ambiente acogedor, recluido y romántico, así como por su excelente ubicación, que le sitúa literalmente por encima —y a la vez muy cerca— de la ostentación y el glamour de la Costa Azul.

Nota:
Este es un hotel de temporada y permanece cerrado de noviembre a marzo.