Casa Chameleon Mal Pais

Para algunos de nosotros, las palabras «villas boutique en Costa Rica» son más o menos todo lo que necesitamos. Si a ellas se añaden «costa del Pacífico» y «península Nicoya» es más posible que se reduzca a la mitad la necesidad de algún tipo de argumento para convencernos. Para el resto, la versión corta: Costa Rica, alguna vez el paraíso de los mochileros con poco presupuesto, hoy un destino que ha expandido sus ofertas de calidad superior, por ejemplo un lugar como el Hotel Casa Chameleon Mal Pais, el lugar ideal para empaparse de cerca de esta tendencia turística.

Concentrémonos en lo importante: tendrás tu propia piscina, una terraza y una hamaca. Con esas tres cosas la decisión ya está prácticamente tomada por sí sola, pero sigamos. Cada villa se extiende a través de un soleado pavimento de baldosas y textiles estampados. Están agradablemente situadas, rodeadas de una cuidada. Podrás mantener las puertas abiertas para que sea lo primero que observes al despertar en tu cama con doce king size. Todas tienen vistas al mar y ofrecen la opción de disfrutar de las comidas y los tratamientos de spa ahí mismo.

Aunque la tentación de quedarse en los alojamientos es enorme, vale la pena levantarse y explorar el entorno. Se puede empezar por el restaurante o recostarse cerca de la cascada en la piscina principal. Luego está tiene el resto de la península: las playas de esa arena blanca que se encuentra con la selva, que aparecen regularmente en las listas de las mejores del mundo y donde las manadas de surfistas vienen a practicar a su lugar remoto ideal. Mal País, el vecino poblado pesquero y agrícola, por fortuna se mantiene aislado de las multitudes de turistas. No dudes en hacerte con un todoterreno, como los locales, y sal a explorar la zona cuanto antes.