The Plettenberg

El Plettenberg se enclava en un cabo rocoso de la bahía a la que el hotel debe su nombre. Entre sus paredes encaladas hay treinta y siete habitaciones y suites majestuosas, que bien podrían ser el decorado de una película moderna de la Merchant-Ivory. Es un auténtico hotel de cinco estrellas que ha renunciado al lustre y a la opulencia en favor de una sencillez elegante, más indicada para enmarcar estas espectaculares vistas al mar y a la montaña.

Las dos suites independientes, la Lookout Villa, con tres habitaciones, y la Beach House, con dos, tienen un aire más moderno que las habitaciones del edificio principal, pero todas están decoradas con un estilo tradicional en blanco, azul y arena que no distrae de las vistas. Si no tiene previsto alojarse en una suite, procure reservar una habitación con vistas al mar y deje que el paisaje espectacular lo domine todo.

Por muy relajante que resulte tratar de divisar delfines y ballenas desde el hotel, lo ideal es disfrutar este paraíso ecológico de cerca. Merece la pena despegarse de la tumbona y olvidarse por un momento de la piscina para acercarse a la flora y fauna marinas y terrestres de la bahía. Los baños de ozonoterapia del Carchele Beauty Spa sientan mucho mejor después de haber cabalgado un buen rato por el bosque, y las conversaciones con un cóctel en la mano en el moderno Sandbar resultan mucho más interesantes cuando tratan de los saltos de góming desde uno de los lugares más altos del mundo.

La riqueza de la región también se plasma en la mesa, en el restaurante Sand at the Plettenberg, donde el chef Christiaan Campbell prepara sus platos de cocina moderna internacional con marisco fresco y productos de la zona. Si quiere intimidad, reserve la mesa para dos del Wine Cellar, donde podrá catar muchos de los mejores vinos de Sudáfrica.

Indicaciones para llegar al hotel:

The Plettenberg se encuentra a aproximadamente 1 hora y 15 minutos del aeropuerto de George y a 15 minutos del aeropuerto de la bahía de Plettenberg.