Turtle Inn

El hotelero Francis Ford Coppola debe su fama sobre todo a sus películas, así como a una próspera actividad secundaria en el sector de la vinicultura del norte de California. No obstante, su incursión en el sector de la hotelería de su querido Belice puede considerarse uno de sus grandes éxitos. Su imperio se levantó con el aclamado Blancaneaux Lodge, un hotel rústico y elegante construido en 1993, y se expandió con el Turtle Inn, un hotel de playa maravillosamente singular y respetuoso con el medio ambiente, enclavado en una zona paradisíaca y selvática de la costa caribeña.
Los huéspedes suelen llegar a este recóndito paraje en unos aviones diminutos de diez plazas que salen de la ciudad de Belice. El Turtle Inn no luce ese minimalismo ecológico tan popular que permite a los hoteles mimetizarse con la naturaleza, sino que su diseño constituye una ecléctica representación visual de la crónica de viajes personal del propietario. Detalles como las esculturas y los tejidos indonesios y los baños japoneses realzan los interiores de la hostería. La predilección de Coppola por la estética del sureste asiático se palpa asimismo en las villas y casitas decoradas individualmente al estilo de Bali, en las que se aprecian detalles tan extraordinarios como las puertas balinesas talladas a mano —en muchos casos, auténticas antigüedades— y los caprichosos alicatados de las instalaciones de baño. Sin embargo, no espere que le sirvan pad thai para comer; el marisco fresco y algunos platos tradicionales italianos se cuentan entre las especialidades del día de los restaurantes informales del hotel.
No se pierda las excursiones en barco a Monkey River y las actividades de submarinismo en el gran arrecife de coral particular de Belice. Si bien es cierto que el escaparate universal del Turtle Inn constituye un auténtico regalo para los sentidos, la naturaleza de la península es algo de lo que merece la pena hablar a nuestros familiares y amigos. La playa de arena blanca es un lugar idóneo para empaparse de ella mientras abrimos —adivínelo— una botella del excelente vino de Coppola.
Indicaciones para llegar al hotel:
Los vuelos regulares del Aeropuerto Internacional o del Municipal de Belice a Placencia tienen una duración de 40 minutos, y de allí al Turtle Inn hay otros diez minutos en transporte terrestre. El Blancaneaux Lodge, que pertenece al mismo grupo, se encuentra a aproximadamente 3 horas y 30 minutos en coche. Los vuelos nacionales y el transporte terrestre deben contratarse con antelación. Si desea hacerlo, escriba a atención_al_cliente@tablethoteles.com.