The Racha

No hace tanto, Phuket era un paraíso secreto, el Edén en el mar de Andaman. Hoy, es uno de los destinos más populares, y aunque cuenta con unos complejos hoteleros espectaculares, la sensación de que Phuket sea una escapada al fin del mundo, ya forma parte del pasado.
Pero no hace falta irse mucho más lejos para recuperar esa experiencia. A media hora en lancha al sur de Phuket se encuentra la isla Racha Yai, hogar del Racha, un complejo hotelero de setenta villas modernas de blanco deslumbrante en una colina, sobre una playa de blancas arenas, en una cala apartada de todo.
Aquí no hay mucho elemento kitsch estilo jungla. Los interiores son tan urbanos como los de cualquier hotel de ciudad, con superficies blancas relucientes y muebles frescos y contemporáneos con el énfasis en maderas oscuras. Cada villa ofrece una terraza privada desde la que se puede disfrutar de vistas de la bahía (el mejor momento: la puesta de sol), y un baño completo interior/exterior con ducha al aire libre. Las villas en la parte más baja de la colina están a dos pasos de una playa de arena blanca inmaculada y las que están en la parte más alta cuentan con unas impresionantes vistas y una pequeña piscina privada.
Su palaciego balneario cuenta con una selección abrumadora de tratamientos y su centro de buceo ofrece cursos, así como todo el equipo necesario para explorar el arrecife de coral de la isla. En Racha Yai no hay centro del pueblo que visitar, más bien una ventaja que una desventaja, y su bar y sus dos restaurantes hacen muy bien su trabajo, con cocina italiana y tailandesa y un ambiente moderno con las aguas de la Bahía de Batok de fondo.