Hotel de Montesquieu

El hotel de Montesquieu, un elegante establecimiento boutique situado junto a la avenida de los Campos Elíseos, es un exponente particularmente logrado de la estética haussmanniana. Su fachada cumple a rajatabla las pautas marcadas por el célebre barón: fachada simétrica de sillares, altura máxima de seis pisos, balcones ornamentados y estancias abuhardilladas en el último piso. Pero, aunque el objetivo global de esta arquitectura sea la uniformidad, los interiores del hotel son únicos, ya que combinan el encanto tradicional con una sensibilidad discretamente minimalista.
Las suites lucen no pocos muebles antiguos, pesados cortinajes y obras de arte francés originales, pese a lo cual no dejan de ser modernas gracias a sus suelos de parqué claro y a sus paredes en atrevidos colores como el ocre tostado, el amarillo mostaza o el gris marengo. Algunas tienen balcones y elegantes camas con dosel, mientras que otras disponen de zonas de estar con paneles verde menta y sofás en tonos gema. Las estancias abuhardilladas de la última planta, por su parte, resultan acogedoras, pintorescas y luminosas. Los opulentos salones de la planta baja, con una galería comercial de estilo clásico haussmanniano, son perfectos para desayunar, tomar el té o saborear un cóctel.