Aman New York

Hubo un tiempo en que Aman era sinónimo de privacidad llevada al extremo y el Aman Tokio era la prueba de que lo más alto de un rascacielos en el centro de una ciudad puede ser un lugar de paz y recogimiento. El Aman New York, en cambio, representa un nuevo capítulo en la evolución de esta marca hotelera de alta gama: un mundo de lujo en el corazón de Manhattan, en la calle 57 con la Quinta Avenida. El hotel está discretamente escondido en los pisos superiores de un rascacielos de estilo Beaux Arts construido en 1921: el Crown Building, el cual aventaja a algunos de sus vecinos más llamativos por su sutil manera de entender la elegancia. El vestíbulo no está en la planta baja, sino en la número 14, lo que crea una distancia tanto real como figurada con las agitadas calles del Midtown Manhattan. Una vez dentro, el huésped se ve transportado de inmediato al universo Aman, un oasis de paz absoluta donde cada detalle es exactamente como debe ser. Las suites –todas las estancias lo son, desde las juniors de 70 m2 a las Aman Suite de entre185 y 257 m2– están inspiradas en el minimalismo japonés, un estilo que exige materiales y acabados de la más alta calidad. Todas cuentan con servicio de mayordomo e incluyen todos los equipamientos deseables en un hotel de lujo, descartando, eso sí, todo lo superfluo. Como es habitual en esta cadena, el servicio está siempre presente y es siempre profesional. Y si las habitaciones se encuentran entre las mejores del mundo, lo mismo puede decirse de las demás instalaciones, desde el amplio y elegante spa hasta las zonas de encuentro, entre las que se incluyen la Garden Terrace, un lounge bar, un restaurante japonés y otro italiano, ambos gastronómicos, y el Jazz Club, un sofisticado espacio al estilo speakeasy con música en directo.