Dromoland Castle

Dromoland Castle, situado en la parte occidental de Irlanda (muy cerca del actual aeropuerto de Shannon), fue en tiempos el hogar tradicional del clan de los O'Brien, dirigentes de Irlanda desde el siglo décimo en adelante. El castillo actual no es tan antiguo. Construido por primera vez en el siglo XVII, fue derruido y reconstruido en el estilo gótico que presenta en la actualidad, con piedra tallada y asfalto, en el siglo XIX. El castillo sufrió una gran renovación en 1962, cuando fue transformado en hotel, y es más pintoresco que nunca, aunque quizás menos preparado para soportar una invasión vikinga, en caso de que se produzca otra.


Los alrededores son tan impresionantes como el propio castillo, con unas espectaculares vistas de frondosos parques y bosques, así como del río Shannon. Pueden practicarse todo tipo de actividades vigorizantes y al aire libre para aprovechar al máximo del entorno, desde un paseo por los jardines hasta una ronda de golf o un partido de tenis, o incluso algo de tiro, ya sea con arco o con escopeta (lo que tal vez explica la popularidad de los castillos irlandeses entre los estadounidenses, ya que existen pocas probabilidades de poner la mano en armas de fuego en la mayor parte de los hoteles internacionales).


Los interiores de Dromoland Castle no son menos majestuosos que el exterior; los propietarios han conseguido resistir la tentación de dividir el castillo en habitaciones más pequeñas, tal vez una por cada ventana, aspillera o hendidura de los muros del castillo. En lugar de eso, las habitaciones son vastas, mucho mayores que las habitaciones de hotel tradicionales e incluso que muchos apartamentos de ciudad. La decoración es agradablemente anticuada, más que aburrida, pero con comodidades funcionales modernas, como la inevitable televisión por satélite.


Los entusiastas de los castillos convertidos en hoteles saben que pueden esperar algo más que un muslo de pollo y una rebanada de pan, y el restaurante Earl of Thomond de Dromoland no decepciona. El jefe de chefs, David McCann, sirve comida tradicional irlandesa, pero con un toque cosmopolita que tal vez proceda de su época como chef en los principales restaurantes de Londres. La comida es de gran calidad y se sirve en un ambiente muy formal, con concierto de arpa incluido. Si desea algo más informal pruebe el Fig Tree, o aproveche el servicio de habitaciones, disponible las 24 horas del día.


En conjunto resulta una experiencia memorable, una fuerte dosis de historia irlandesa con un pellizquito de fantasía aristocrática y suficientes elementos del mundo moderno como para impedir un choque cultural total. En pocas palabras, se trata de un hotel de lujo moderno con estilo de castillo antiguo, y es el único hotel cuya sala de conferencias, de absoluta vanguardia, lleva el nombre de un rey al que mataron los vikingos en el siglo once.

Indicaciones para llegar al hotel:

Dromoland Castle está aproximadamente a 20 minutos en coche del aeropuerto de Shannon o a 3 horas desde Dublín.