Castello Banfi Wine Resort

Esta estampa del castillo emergiendo por encima de sus fértiles tierras es un presagio de lo que nos aguarda entre sus muros: arcos de piedra, techos abovedados y robustas vigas de madera. Todo está muy bien conservado y restaurado y aunque abundan los equipamientos modernos, estos se hacen discretos para no enturbiar la elegancia y carácter histórico del hotel. En un edificio así, es normal que las habitaciones sean diferentes entre sí, aunque aquí los motivos florales parecen ser el hilo conductor de todas ellas.

Entre la piscina climatizada junto a los viñedos y los dos restaurantes toscanos, el lujo está más que garantizado. La Taverna Banfi, en la antigua bodega, propone especialidades tradicionales con un toque refinado para el almuerzo, mientras que La Sala dei Grappoli ofrece exquisitos platos de temporada a degustar en la terraza. Con todo, el mayor atractivo de la propiedad quizá sea la riqueza de la experiencia propuesta. El ala del s. XIII alberga un museo del vidrio con objetos que abarcan desde la antigua Roma hasta la actualidad. Y si las jarras y las urnas no son lo tuyo, puede que te interese saber que en los terrenos de la propiedad se ha desenterrado no hace mucho un esqueleto completo de ballena.

Atención: El periodo de apertura del Castello Banfi Wine Resort es de marzo a noviembre.

Cómo llegar: El Castello Banfi Wine Resort está a unas dos horas en coche de los aeropuertos de Florencia y Pisa y a dos horas y media del aeropuerto de Roma. Si utilizas GPS, introduce “Poggio alle Mura” como destino. Las estaciones de tren más cercanas son Grosseto (línea costera Roma/Génova), a una hora en coche, y Chiusi-Chianciano Terme (línea interior Roma/Florencia), a una hora y cuarenta y cinco minutos.