The Setai Miami Beach

La inauguración del hotel Setai, que se ha hecho esperar, ha sido una de las noticias más importantes que se han producido en el panorama hotelero de South Beach durante los últimos tiempos. En un lugar donde abundan los hoteles de lujo, el Setai ha logrado desmarcarse de sus rivales, alzándose como el hotel de lujo por antonomasia.

Desde la distancia, lo que se ve es la torre: cuarenta plantas curvilíneas de cristal color aguamarina a pie de playa que albergan las suites privadas de los propietarios, así como las suites más lujosas que puedas imaginar. Como ocurre con el cielo, resulta difícil saber si el color de la torre es reflejo del mar o una propiedad intrínseca del cristal. Desde Collins Avenue, lo que se ve es que el corazón del Setai se encuentra detrás de la fachada restaurada del hotel Dempsey Vanderbilt, un edificio clásico de ocho plantas de estilo art déco que se remonta a la época dorada de Miami. Aquí, en esta parte más antigua, es donde se encuentran las suites studio, que son comparativamente más modestas; en seguida comprenderás que modesto no es un adjetivo que pueda aplicarse al Setai.

Es posible que la fachada sea de art déco, pero los interiores del Setai son de todo menos clásicos. Olvídate del blanco, y qué decir del coral; piensa más bien en los tonos oscuros, en ladrillo y granito negros, solo suavizados mediante la amplia presencia de teca barnizada, reproduciendo así la estética volcánica indonesia. Muy lejos, en definitiva, de lo que cabría esperarse de South Beach.

Incluso las habitaciones más pequeñas, las del antiguo edificio Dempsey, son enormes, y las suites de la torre nueva son verdaderamente espaciosas, muchas de ellas con vistas al mar desde pisos muy altos, un lujo que solo el Setai puede ofrecer. Al lado de este lujo, cualquier otra característica, como los televisores de pantalla plana, los reproductores de CD/DVD y las máquinas de café espresso parecen elementos básicos de habitaciones de esta categoría. La verdadera sorpresa, eso sí, es la bañera de granito negro que se encuentra expuesta a la habitación, ofreciendo al huésped la posibilidad de recibir tratamientos del spa en la intimidad de su dormitorio.

Evidentemente, los tratamientos del spa también están disponibles fuera de las habitaciones: el spa del Setai, acorde con la filosofía del hotel, ha sido concebido para mimar a los huéspedes. Dispone nada más y nada menos que de tres piscinas, una cifra más que suficiente si tenemos en cuenta que el Atlántico se encuentra literalmente a dos pasos. Y, como todo hotel de lujo que se precie, consta de un impresionante restaurante: el Setai’s sirve una exquisita cocina «transétnica» que no es una fusión sino más bien una mezcla y una combinación de una serie de genuinos platos asiáticos.