Soneva Jani

Las Maldivas comprenden unas 1.190 islas y, según se dice, más o menos el mismo número de resorts de lujo… Sea eso cierto o no, lo indiscutible es que son pocos los que pueden rivalizar con los del grupo hotelero Soneva, propietario del Soneva Fushi, sin duda uno de los resorts de lujo más fastuosos y extraordinarios del mundo. Su creación más reciente, el Soneva Jani, es un perfecto exponente de la marca y de lo que acabamos de exponer. Compararlos entre sí no es tarea fácil, ya que cada uno es lujoso a su manera, pero si el Fushi es conocido por sus villas construidas en tierra firme y frente al mar, el Jani se compone principalmente de villas sobre pilotes, el no va más de la hotelería de lujo en las Maldivas.
Al tratarse de palafitos, podría pensarse que la superficie es más bien escasa. No aquí: los más pequeños, los water retreats de un dormitorio, son enormes, abarcando unos 370 m² con piscina, azotea y amplias zonas de estar incluidas. Suba de categoría y podrá tirarse a la piscina por un tobogán desde el segundo piso. Las villas más espaciosas tienen dos, tres y hasta cuatro habitaciones e incluyen, en el caso de las más lujosas, gimnasio privado y bodega propia.
No podía faltar el spa, que se completa con un centro de buceo y un abanico de actividades en ocasiones singulares, entre ellas las excursiones para avistar delfines o las veladas de astronomía organizadas por el observatorio del hotel. Los restaurantes son tan lujosos como los alojamientos, si bien la atmósfera sigue siendo distendida. El más exclusivo de todos propone un ciclo de cenas en las que los chefs –todos con estrella(s) Michelin– van rotando. Dichas cenas están reservadas a un número restringido de comensales: un concepto culinario único en un marco singular…