The Lowry Hotel

Localizado en Chapel Wharf, un barrio de Manchester que está experimentando un enorme desarrollo, en el margen de Salford del Río Irwell y, más concretamente, a los pies del puente Trinity de Santiago Calatrava, el Hotel Lowry es sin lugar a dudas la joya del sector hotelero de la ciudad. Desde fuera, llama la atención su fachada arqueada de cristal; los interiores son igualmente sorprendentes, con su aire fresco e innovador, casi escandinavo, muy lejos de los clásicos muebles de lujo y los recargados tocadores que se han convertido en un símbolo de los hoteles típicamente británicos.
Las habitaciones tienen enormes ventanales, que se extienden desde el techo hasta el suelo, muchas de ellas con vistas al río. No sólo son elegantes; han sido decoradas con muebles modernos de gran estilo y tonos neutrales que aportan a la atmósfera una enorme frescura. Además, son funcionales, con acceso a Internet de banda ancha y mesas de trabajo con sillas ergonómicas. Y si lo que desea es lujo en estado puro, no se preocupe, lo encontrará. Prueba de ello es la Suite Presidencial, que incluye un piano de cola baby, o la posibilidad de disponer de los servicios de un mayordomo las 24 horas del día, que estará dispuesto a prepararle un baño con todo lo que se le antoje, desde sales del Mar Muerto, hasta pétalos de rosa y champagne.
El Lowry se enorgullece de ser el primer hotel de cinco estrellas de Manchester, avalado por sus excepcionales instalaciones: el centro de salud incluye un gimnasio, seis salas de tratamiento, una sauna y varias salas de vapor (sin piscina, eso sí). Asimismo, el River Restaurant se ha convertido en uno de los locales favoritos de la ciudad, gracias a sus exquisitos platos, que podrán degustar no sólo los huéspedes del hotel sino también personas ajenas a él, en un hermoso emplazamiento con vistas al río Irwell.