The Ritz-Carlton Bahrain

Quizá a los más escépticos les preocuparía un poco la extravagancia que podría resultar de un proyecto acometido por una marca internacional de hoteles de lujo en una floreciente ciudad del Golfo Pérsico. El Ritz-Carlton Bahrain no echa por tierra estos estereotipos, pero se sale de la norma lo suficiente como para que se considere un hotel digno de atención.

Para empezar, es una renovación de un complejo hotelero que ya existía, y no responde a la imagen del típico palacio con columnatas, sino a la de un complejo de villas inmenso. Los interiores han sido renovados a fondo por Pierre-Yves Rochon, famoso por su estilo opulento, pero también por su buen gusto.

Los alojamientos están a la altura del nivel de calidad exigido por el grupo Ritz-Carlton. Todos ellos, desde las habitaciones estándar con vistas a la ciudad hasta las suites con vistas al mar, pasando por las flamantes villas de lujo, están equipados con las comodidades más modernas y tecnológicas. El hotel tiene nada menos que seis restaurantes —siete, si se cuenta la hora del té en el vestíbulo—, que, junto con la whiskería para fumadores, el Burlington Club, se cuentan entre los locales más concurridos de Manama.

Indicaciones para llegar al hotel:
Se ofrece un servicio de transporte del aeropuerto internacional de Bahréin al hotel en la furgoneta privada del hotel por 25 BHD cada trayecto (la capacidad máxima de la furgoneta es de cinco personas). Se ofrece asimismo un servicio de limusina por 22 BHD cada trayecto (la limusina tiene una capacidad máxima de tres personas). Si deseas contratar o solicitar un servicio, ponte en contacto con el hotel.