Sanctuary Lodge, A Belmond Hotel, Machu Picchu

El principal atractivo de este lugar es, sin duda, la escasa distancia que lo separa de la antigua ciudad fortificada de Machu Picchu, escondida en las cumbres andinas a casi 2440 metros de altura. Si bien es cierto que hay más hoteles en las inmediaciones de Machu Picchu, solo hay un hotel de lujo dentro del santuario protegido propiamente dicho. La situación del Machu Picchu Sanctuary Lodge es incomparable: desde la cima de un monte, a solo unos metros de las murallas de la ciudadela, podrás contemplar las ruinas al amanecer y al atardecer, y tendrás la oportunidad de visitarlas por la tarde y por la noche, cuando se hayan ido todos los turistas.

Cuando fue inaugurado en los 70, el hotel era un establecimiento de gestión pública; hoy, en cambio, pertenece al grupo Orient Express. Las habitaciones no son demasiado grandes, pero son muy cómodas y están decoradas con mucho gusto, por no hablar de la excelencia del servicio, equiparable a la de muchos hoteles de lujo de grandes ciudades. Uno de los restaurantes está abierto a todo el que desee comer de buffet, incluidos los excursionistas, mientras que el otro es para el uso exclusivo de los huéspedes del hotel y dispone de una carta más selecta, a base de especialidades peruanas e internacionales.

El hotel organiza visitas guiadas a las ruinas y recomienda verlas en dos días para no dejarse ni un solo detalle en el tintero. Ten en cuenta que por la noche hace frío y que la época de lluvias empieza en noviembre y acaba en marzo: no olvides llevar ropa adecuada.

Indicaciones para llegar al hotel:

El tren que va de Cuzco a Aguas Calientes tarda tres horas y media en llegar y, después, hay un autobús que sube al santuario en media hora. Para ir de Cuzco al hotel a pie por el antiguo camino inca, hay que prever cuatro o cinco días. No hay taxis desde Machu Picchu Pueblo hasta la Ciudadela de Machu Picchu; el único medio de transporte son los autobuses públicos.