The Laslett

Notting Hill, una de las zonas residenciales más deseadas de Londres desde hace tiempo, por fin cuenta con un hotel boutique a su altura. Las 51 habitaciones y suites del Laslett se reparten entre una hilera de cinco casas victorianas a menos de un minuto a pie de la estación de metro Notting Hill Gate, lo que quiere decir que está cómodamente comunicado con el resto de la ciudad, además de hallarse en pleno foco creativo de West London.
The Laslett es inflexible en su compromiso con lo local, lo casero y lo auténtico: este es un hotel que no podría existir en ningún otro lugar. Su nombre rinde homenaje a Rhaune Laslett, iniciadora de lo que con el tiempo se ha convertido en el carnaval de Notting Hill, y sus interiores de diseño eminentemente británico se adornan con las influencias eclécticas y cosmopolitas que llegan del cercano Portobello Road y de su famoso mercado. El Henderson Bar le permitirá degustar pequeños platos de temporada a cualquier hora del día: aquí, como en el resto del hotel, los ingredientes son de producción estrictamente local, y esto se aplica tanto a los granos de café Cru Kafe como a los artículos de baño REN.
Las habitaciones y suites, por su parte, son la mezcla perfecta entre el lujo de un hotel propiamente dicho y la atmósfera informal de las casas de huéspedes. Todas ellas –desde las spare (“sobrias”) a las master suites– lucen una estética contemporánea y un sinfín de objetos artísticos de lo más dispares, junto con libros de bolsillo de la colección Penguin muy bien escogidos. Y para que no falte de nada, el hotel pone a disposición de los huéspedes hasta smartphones. La especialidad del Laslett es finalmente ese encanto y esa calidez por las que cualquier hotel de alta gama mataría y que aquí se viven con la mayor naturalidad. Y si, después de todo, ¿el West London fuera la mejor opción?