Beaverbrook Town House

Menos prometer y más cumplir… Ese podría ser el lema del Beaverbrook Town House, acondicionado no en una, sino en dos casas de época georgiana hoy restauradas y situadas justo en Sloane Street, frente a los jardines de Cadogan Place, en la confluencia de Chelsea con Knightsbridge. El lugar no oculta sus fuentes de inspiración: se trata de la versión urbanita del hotel acondicionado en la casa de campo que lord Beaverbrook –magnate de la prensa, miembro del gabinete británico y personalidad destacada de su época– poseía en el condado de Surrey. El lugar, con todo el glamour de la época de Entreguerras, es un derroche de color gracias al trabajo de la diseñadora Nicola Harding, la cual, imaginamos, debe de ser una gran admiradora del cineasta Wes Anderson y de su particular universo estético. La segunda fuente de inspiración es Japón, una elección tan sorprendente como acertada. Además de acoger el Fuji Grill, un restaurante japonés contemporáneo decorado con grabados de Hokusai, todo el hotel está recorrido por un sutil hilo conductor hecho de guiños al arte y al diseño japonés (un reflejo del innegable espíritu viajero de la residencia Beaverbrook original). El Sir Frank's Bar, por su parte, lleva el nombre del otro artífice de Beaverbrook Town House: sir Frank Lowe, director artístico y responsable de muchos de los objetos y obras de arte únicos y extraordinarios que llenan los espacios del hotel. Con sólo 14 lujosas habitaciones y suites, el Beaverbrook Town House promete una experiencia íntima y muy personal que nos atreveríamos a calificar de selecta, si no fuera un lugar tan acogedor y con tanto encanto.