Vander Urbani Resort

«Liubliana» no es una palabra especialmente fácil de pronunciar, y es la única excusa que encontramos para justificar que las revistas de viajes no hayan elogiado este destino durante años. La capital de Eslovenia es una ciudad con muchísimo encanto, una mezcla de arquitectura histórica, plazas públicas, cafés en las aceras y ambiciosos museos nuevos, dentro de un escenario musical tan rico como el de cualquier ciudad mucho más grande. Y en el centro de todo esto, en un barrio peatonal que se remonta a la época romana, se encuentra el Vander Urbani, un hotel boutique de diseño atrevido que ocupa cuatro adosados adyacentes.

El contraste entre el exterior y el interior no podría ser mayor: las tradicionales fachadas eslovenas esconden un mundo moderno de cristal, elementos cromados y hormigón. Si te parece un poco frío, no te preocupes, las habitaciones son más cálidas con sus sábanas y toallas Frette, sus productos para el baño Molton Brown y sus butacas en las que desearás hundirte para siempre.

Sin embargo, es en la terraza de la azotea donde todo cobra vida. Ahí, se combinan elementos contemporáneos —una piscina infinita y un estudio de yoga con paredes de cristal— con las vistas a los tejados colindantes y a la vida de las calles de abajo. Liubliana es una experta en cuanto a vida callejera se refiere, a sus habitantes les encanta pasear por las calles y sentarse durante horas en las terrazas cuando el tiempo lo permite. Y a la altura de la calle es donde se encuentra el restaurante del hotel, dirigido por un chef francés seducido por la tradición culinaria local y la generosa agricultura del país. Los vinos también son en su gran mayoría autóctonos, y son una muestra de que los vinos eslovenos son otra gran sorpresa para los que estamos descubriendo este lugar, sobre todo si han sido elegidos por el propietario, que es un gran aficionado.

Indicaciones para llegar:

La estación de tren de Liubliana se encuentra a menos de un kilómetro del hotel. El Aeropuerto de Liubliana (también conocido como Aeropuerto de Brnik) está a unos 25 kilómetros de distancia. El hotel puede organizar traslados hacia y desde el aeropuerto.