Hyatt Regency Kyoto

He aquí un hotel que se presta a un par de generalizaciones fáciles. La primera es que las grandes cadenas garantizan una experiencia aburrida. Como regla general, no está mal, pero hay muchísimas excepciones. La segunda es que Tokio es la ciudad japonesa de la modernidad y el futuro, mientras que Kioto continúa anclada a su pasado feudal. Otra afirmación que, en cierto sentido, no falta a la verdad, aunque sólo hay que ver el Hyatt Regency Kyoto para darse cuenta de que las cosas son un poco más complicadas.

Salta a la vista que no se corresponde en absoluto con la imagen del clásico hotel de lujo occidental que evoca su nombre. Por otro lado, si bien es cierto que tiene un fuerte sabor japonés, se trata de una versión sumamente contemporánea del estilo tradicional. El diseño de líneas modernas y bien definidas, obra de la célebre empresa japonesa Super Potato, se plasma en las puertas japonesas de bambú y el tatami de siempre.

El Hyatt Regency Kyoto es sorprendente, pero nada impersonal, y está muy enraizado en su rincón del mundo; en pocas palabras, es lo que un hotel de diseño debería ser. Por si eso fuera poco, lo mejor es que no le cuesta estar a la altura de la magnífica oferta internacional de hoteles de lujo del grupo Hyatt. Las habitaciones son amplias y cómodas, los restaurantes, de primera, y las instalaciones con gimnasio y spa, de lo más modernas.