Shangri-La Hotel, Kuala Lumpur

Si bien es cierto que no es el hotel de lujo más nuevo de Kuala Lumpur, el Shangri-La tampoco es esa clase de hotel cuyo atractivo depende de la novedad. Esta céntrica torre de cinco estrellas continúa siendo tan impresionante como cuando se inauguró a mediados de los ochenta, aunque algunos cambios estéticos y tecnológicos han evitado que se convierta en una cápsula del tiempo. La fórmula del macrohotel de lujo de Asia-Pacífico continúa teniendo éxito incluso (con perdón) en la era postboutique.


El Shangri-La tiene alrededor de setecientas habitaciones, y por lo menos cien son suites, pero todas son cómodas, elegantes y amplias y ofrecen un paisaje de la ciudad a vista de pájaro. El estilo no es anodino ni kitsch, sino que tiene sabor local sin parecer una presentación de la Cámara de Comercio de Kuala Lumpur. La clave de esta clase de hoteles no reside únicamente en las instalaciones, sino también en el servicio. Lo más probable es que tenga a su alcance todo lo que necesita; de no ser así, dispone de una legión de empleados dispuestos a proporcionárselo.


El hotel cuenta con la piscina, el spa, el gimnasio y los restaurantes de rigor, por no hablar del abanico de posibilidades que brinda la zona. Desde que el Shangri-La fue inaugurado, su céntrica ubicación se ha hecho aún más céntrica: seguramente reconocerá las torres Petronas.