Fairmont Jasper Park Lodge

En Canadá son típicos los hoteles que construían las compañías de ferrocarriles para albergar a quienes acometían la épica hazaña de cruzar este extenso país en tren. Muchos de ellos, como el Château Lake Louise, son grandes palacios antiguos y forman parte del sublime paisaje canadiense.

El Fairmont Jasper Park Lodge es diferente. Este lugar, enclavado a poco más de 209 kilómetros al noroeste de Lake Louise, era un campamento antes de que la Red Nacional de Ferrocarriles Canadienses lo comprara en 1920. El resultado es un hotel mucho más sencillo que algunos de los castillos vinculados a la historia de los ferrocarriles canadienses; el Jasper Park Lodge es un grupo algo destartalado de casitas, cabañas y chalés, dispuestas en torno a un edificio principal, junto al idílico Lac Beauvert. El pueblo de Jasper también conserva gran parte de su belleza natural; la mayoría de los turistas que llegan a esta zona del oeste (o del este de Vancouver) se dirigen a Banff, a 265 kilómetros al sur. Jasper no es un destino tan frecuentado y no ha sucumbido ese tipo de sobreexplotación ostentosa; es más, los vecinos del lugar lo comparan con el Banff de 1950.

Puede que todo esto le suene a campamento y, de hecho, lo es, pero se trata del campamento más lujoso en que haya podido estar. Hay varios tipos de alojamiento, todos ellos muy distintos (debido a la construcción gradual del complejo) y muy cómodos, con una decoración rústica y unas instalaciones modernas. Algunos están equipados con chimenea, otros tienen balcón o terraza, y algunas de las cabañas de más categoría hacen alarde de detalles como saunas privadas, mesas de billar e incluso cocinas.

Sin embargo, puesto que la mayoría de las habitaciones no están dotadas de cocina, es una suerte que haya nada menos que cinco restaurantes; el más elegante es el comedor Cavell's Restaurant & Terrace, bautizado en honor al monte Edith Cavell que se domina desde este lado del lago. Los comensales llevan ropa informal y el ambiente no es tanto el de un restaurante selecto como el de un pabellón de caza; el menú, en cambio, es para gourmets y en él figuran manjares como el foie-gras tradicional y el búfalo o el venado canadiense.

La oferta de actividades incluye el golf y el esquí (de los de mejor calidad de Canadá), así como el ciclismo, el piragüismo, la pesca y prácticamente cualquier otra actividad que pueda practicarse al aire libre. Un complejo balneario de 10,000 pies cuadrados se inspira de las montañas y bosques de afuera, y mientras estés ahí, los niños pueden divertirse algún que otro día en el club infantil bajo la vigilancia del personal.

Si le gusta la naturaleza (de lo contrario, no iría a un sitio como éste), la belleza del parque Jasper le deslumbrará. El hotel es excelente, eficiente, lujoso y pintoresco, pero su mayor virtud es otra: al igual que el pueblo de Jasper, el Jasper Park Lodge sabe cómo pasar desapercibido y dejar que el magnífico entorno natural del parque Jasper acapare todo el protagonismo.