Mandarin Oriental Jakarta

No hay padre que no piense que sus hijos sean superiores a los demás y, hablando numéricamente, algunos de ellos están destinados a tener razón. Lo mismo va para los hoteles de lujo: cada cadena hotelera cree que sus hoteles logran el equilibrio adecuado entre estilo y confort, entre privacidad y sociabilidad, entre lo tradicional y lo contemporáneo. Y en ese sentido, el grupo Mandarin Oriental, muy a menudo, logra establecer este equilibrio absoluto de manera ingeniosa.

Las habitaciones, de estilo mandarín tradicional, comienzan muy cerca del límite del lujo contemporáneo sencillo, y las suites se aproximan aún un poco más. Las mejores vistas dan a la enorme glorieta que rodea el Monumento de Bienvenida de Yakarta, pero cualquier ángulo en esta ciudad sin fin es una vista impresionante. Bien vale la pena tomar ventaja del servicio de nivel Club y de las bañeras de inmersión del hotel, aunque sin estas, la vida no es muy difícil en una de las habitaciones superiores.

Este tipo de hotel no es solo un refugio, es una interfaz con la cultura local. Los espacios públicos varían desde unos restaurantes de cocina cantones y francesa a una pastelería y cafetería al lado de la piscina. Y, si tienes alguna duda acerca de Yakarta como destino, puedes quitártela. Cada ciudad dice ser vibrante y llena de energía, pero el gran tamaño de Yakarta, su ritmo acelerado y la mezcla ecléctica de sus culturas, la convierten en el tipo de sitio en el cual es muy probable que necesites un hotel de lujo para descansar después de pasar un día frenético conociendo la ciudad.