The Oberoi Rajvilas

El Oberoi Rajvilas es la perfecta encarnación de la India de nuestros sueños, con toda la belleza, las comodidades y los lujos que sólo el hombre moderno puede concebir. Los muros blancos de la fortaleza brillan a la luz de la luna y rodean un templo hindú del siglo XVIII que se alza sobre un estanque cubierto de pétalos de loto. Las entradas están flanqueadas por esculturas de elefantes y las fuentes, con sus azulejos azules pintados a mano, emiten espléndidos destellos. Mientras los comensales dan cuenta de su cena dispuesta sobre manteles artesanos, las bailarinas del hotel les ofrecen un espectáculo a la luz de las velas. Varios hombres de uniforme recorren los jardines del Rajvilas ahuyentando a los pájaros. En definitiva, este lugar irradia una belleza casi irreal: no se trata del encanto especial que confiere la historia, sino de la hermosura ideal de los sueños. No debería sorprendernos, por tanto, descubrir que la mayor parte de Rajvilas fue construida hace sólo cinco años utilizando técnicas tradicionales, como los molinos accionados por la tracción de camellos. Tampoco es de extrañar que la principal fuente de inspiración de los arquitectos fuera la pintura, en lugar de la vida real. El hotel no es auténtico, es pura fantasía, pero no cabe la menor duda de que su ambiente y su aspecto son magníficos.
El Oberoi Rajvilas tiene cinco empleados por cada huésped. Nada más salir de su todoterreno con aire acondicionado, saldrán a su encuentro para servirle un vaso de zumo de sandía y, a cada paso, tropezará con alguien —vestido con el traje tradicional— dispuesto a cumplir sus deseos en cuanto usted se lo ordene. Si le fastidia que le estén atendiendo a cada momento, quizá el Rajvilas no sea el lugar más indicado para usted; hay a quien le pone nervioso el grado de servilismo que impera en este hotel. Los demás nos relajaremos junto a la piscina de azulejos azules, mientras nos vuelven a llenar el vaso una y otra vez o nos deleitaremos con uno de los masajes ayurvédicos del spa. Aunque el colmo del exotismo y la opulencia lo hallará alojándose en una tienda inspirada en aquéllas que los miembros de la realeza solían llevarse de caza. Además de estar decoradas con camas victorianas, baúles, bañeras de patas con forma de garra, techos de seda gruesa y alfombras, disponen de aire acondicionado y agua caliente, por no hablar de sus cocineros, su servicio privado y sus bailarinas.
Si desea descubrir la realidad de la India, no deje de moverse entre el hormiguero de gente de la ciudad rosa en un cochecito tirado por un hombre. El Oberoi Rajvilas es un hotel idóneo sólo para quienes deseen conservar un recuerdo de ensueño de este país. Le garantizamos que superará todas sus fantasías.