Halekulani

Este hotel de 453 habitaciones no es pequeño, pero, si ha decidido veranear en la playa de Waikiki, está claro que no ha sido por aspectos secundarios como la intimidad, la exclusividad y la elegancia, sino por puro placer. En este sentido, el Halekulani no está nada mal.
Hawái está muy bien comunicado, y, aunque los viajes arduos tienen cierto encanto, también tiene su atractivo aprovechar al máximo el tiempo en la playa. Además, el Halekulani se las arregla para mitigar el ajetreo y el bullicio de este destino tan concurrido.
El hotel cuenta con un terreno de 2 hectáreas en primera línea de playa, así como un estilo bastante elegante, fruto de una reciente renovación, en tonos blancos y crema clásicos y con muebles de ratán tradicionales; aunque, para vistosas, las vistas al mar de la mayoría de las habitaciones. Si desea una habitación con más estilo, siempre puede reservar la suite Vera Wang, enclavada a orillas del mar.
La ventaja de un complejo hotelero del tamaño del Halekulani es su autonomía. Además de todos los servicios indispensables —dos piscinas, tres restaurantes e instalaciones con spa y gimnasio—, ofrece una galería comercial como las de antes.