La Ferme Saint Simeon

Entre 1825 y 1865, la Ferme Saint-Siméon fue uno de los puntos de encuentro favoritos de los pintores de la época, que fundaron aquí la Escuela de Honfleur, una mezcla entre la Escuela de Barbizon y el Impresionismo. Fascinados por el efecto de la luz en el estuario, como lo habían estado Corot e Isabey, pintores como Courbet, Bazille, Dadbigny, Diaz, Troyon, Carls,Dubourg, Jongkind, Boudin, Monet, Sisley y muchos más frecuentaron el hotel regentado por Toutain y su mujer, la famosa Madre Toutain. Mientras se servía abundante sidra a la sombra de los manzanos, Diaz y Boudin jugaban a los bolos, Jongkind y Monet echaban una partida de dominó, Courbet pintaba un manzano, Boudin retrataba a las personas que bebían en torno a la mesa y Monet plasmaba sobre el lienzo el paisaje nevado.
La granja es una hermosa reproducción de un viejo caserón; con su casa de labranza, su prensa de sidra y sus edificaciones anexas, sus escaleras de madera, su fachada azul, sus encantadoras buhardillas, su tejado de pizarra y sus apartamentos y suites. En las 35 habitaciones y apartamentos del hotel, la historia de la granja, los muebles de anticuario, la mezcla del chintz con el cachemir, y el gusto por el detalle se funden para crear un ambiente único, que constituye un auténtico festín para los sentidos y para el alma.

En la terraza o en el comedor los huéspedes podrán elegir entre una selección de platos de gourmet delicadamente elaborados por nuestro chef. Nuestros artistas culinarios peinan el Puerto de Honfleur cuando baja la marea, así como los maravillosos mercados del Pays d’Auge y la huerta de especias y hierbas aromáticas de la granja en busca de ingredientes frescos de primera categoría.

El balneario se abre al jardín floreado, creando una suerte de paraíso terrenal. Las instalaciones y servicios del hotel incluyen una preciosa piscina, jacuzzis, saunas, un baño turco, hidromasaje, solárium y tratamientos de belleza.

La Ferme Saint-Siméon, situado a menos de dos horas de París, tiene una ubicación ideal para explorar la región. Al otro lado del agua se encuentra Le Havre, al que se accede a través del puente de Normandía.

Muy cerca, por carretera, se encuentran los imponentes acantilados blancos de Étretat. Hacia el oeste, destacan otros lugares de interés. Bayeux, con su catedral, sus tapices, su museo conmemorativo de 1944 y el Museo Charles de Gaulle, resulta especialmente atractivo por su cultura y su historia. En Caen, el visitante podrá visitar el museo sobre la Segunda Guerra Mundial, el Castillo medieval de Guillermo el Conquistador, la abadía y el Museo de Bellas Artes. También muy cerca se encuentran las playas normandas de Omaha, Juno, Gold, Sword y Utah.
El paisaje normando está caracterizado por sus castillos y sus imponentes mansiones, que se remontan a la Edad Media. Si le apetece visitar París, haga un alto en el camino en Giverny y visite el Museo de Claude Monet y el Museo Impresionista.