Nueve 25 Hotel Boutique

El edificio histórico que lo alberga, con techos altos de vigas y paredes de piedra vista, ha sido renovado con un enfoque elegante y actual, dando como resultado unos interiores donde lo antiguo convive con lo contemporáneo. Su vestíbulo, acondicionado en el patio, es elegante y espacioso, con detalles de sabor antiguo como el suelo ajedrezado en tonos claros, los elementos de hierro forjado o la vegetación que cuelga desde el primer piso. Las habitaciones y suites lucen quizá un estilo más sencillo, pero igualmente elegante. Algunas tienen paredes de piedra y baños con vistosos azulejos, mientras que otras lucen altos techos de vigas con lámparas suspendidas de gran efecto. Todas disponen de máquinas de expreso, sábanas de algodón egipcio y artículos de baño de L'Occitane.

El hotel cuenta asimismo con un pequeño spa y una bodega donde degustar los vinos que se producen en los alrededores, ambos acondicionados en las antiguas cisternas del edificio. Lo mejor, no obstante, es la terraza de la azotea, con espectaculares vistas de los antiguos campanarios del barrio. Su bar al aire libre y su restaurante sirven una mezcla de cocina local e internacional. Al atardecer, cuando la basílica se recorta románticamente sobre las colinas circundantes, el tequila de producción local servido con hielo es un acierto seguro.