Lefay Resort & Spa Lago di Garda

Las almas abrumadas por el diario vivir encuentran en el Lefay Resort un sosiego espléndidamente elaborado dentro de un marco sensitivo al medioambiente. ¿Cuán espléndido? Veamos: dos piscinas, cinco saunas, cinco jardines para meditación, tres áreas de relajación, y veinticinco acres de parques para hacer de todo, desde trotar hasta reposar. Si lo que busca es depurarse o revitalizarse, hay pocos lugares mejores que este apartado refugio montañés, y las vistas del Lago Garda ciertamente ayudan.

El resort se toma el bienestar de los huéspedes tan en serio que no ofrece internet inalámbrico en la mayoría de sus espacios comunes o habitaciones, debido al supuesto efecto negativo de su radiación electromagnética, que por supuesto, se extiende a los constantes correos electrónicos. En su lugar, la gerencia le solicita humildemente que se enfoque en usted mismo, sin distracciones ni tecnología potencialmente dañina. Las habitaciones sí tienen televisión; y si necesita verificar su correo electrónico hay varias computadoras en el área de recepción. También tiene la opción de darse un paseo hasta Gargnano, un poblado cercano donde encontrará de todo, desde trattorias hasta estrellas Michelín.

Pero en el propio hotel se alimentará de maravilla, especialmente si puede acomodar en su dieta comidas y bebidas derivadas de las aceitunas y las uvas. Es como regresar a tiempos más simples: tanto el edificio principal como las cabañas separadas están hechos de materiales autóctonos y sus diseños se inspiran en los hogares con terrazas de quienes tienen la suerte de vivir en la llamada Riviera del Limón todo el año. Los demás tenemos que conformarnos con visitarla tan a menudo como sea posible, y venir equipados con un generoso plan de roaming para acceder nuestro internet.