KK Beach

El primero de los dos fue el Kahanda Kanda, un pequeño y encantador hotel boutique situado en una plantación de té a orillas del lago Koggala, no lejos de la localidad sureña de Galle. Luego vino el KK Beach que, aunque es sin duda capaz de brillar por sí mismo, fue pensado como la mitad de un par: el KK Beach, a apenas un cuarto de hora del Kahanda Kanda, surge a orillas del océano Índico por encima de un espectacular tramo de playa a menos de media hora de Galle Fort.
Al igual que su hermano, el KK Beach es un alojamiento de bolsillo con tan solo diez habitaciones y suites: de las amplias Dobles Deluxe, con impagables vistas del océano, hasta un par de Penthouse Suites de casi cien metros cuadrados. Sea cual sea el tamaño, todas son elegantes y contemporáneas sin dejar de ser acogedoras y tradicionales. El grado de confort, por su parte, sabe estar más que a la altura.
El KK Beach y el Kahanda Kanda están comunicados por un servicio de lanzadera, por lo que podrá cambiar uno por el otro para el almuerzo o la cena: en ambos hallará pequeños restaurantes con una cocina esrilanquesa de influencias tailandesas. Los dos están muy bien situados para explorar Galle Fort y su entorno natural, pero el principal atractivo del KK Beach es (como habrá adivinado) su playa y las posibilidades de practicar actividades como el surf, el buceo o la navegación que ofrece.