Amangalla

En los primeros años del milenio, a medida que a Sri Lanka le iba quedando menos para alcanzar su condición actual de destino turístico de moda, cada vez iba siendo más imperiosa la necesidad de renovar el New Oriental Hotel. ¿Quién podría haberse imaginado que quedaría así? La cadena hotelera Aman y el arquitecto australiano Kerry Hill han devuelto el color a este monumento histórico y lo han convertido en lo mejor de dos mundos: un selecto hotel boutique de lujo y una auténtica experiencia cultural ceilandesa.
El hotel sigue encajando perfectamente en su entorno. Si bien es cierto que las habitaciones son lujosas, su decoración contemporánea revela claras influencias coloniales y el hecho de que se enclave entre las murallas del fuerte de Galle significa que los huéspedes se zambullirán en la historia de Sri Lanka.
Alrededor de los huéspedes pululan los mayordomos, pendientes de complacer todos sus deseos, pero también les esperan una infinidad de conductores deseosos de mostrarles la ciudad. El fuerte de Galle no es el lugar más indicado para quedarse entre cuatro paredes, pero las tentaciones del hotel son poderosas, desde la terraza de la piscina y la biblioteca, hasta el sencillo spa, el comedor de la veranda y el elegante comedor colonial. El Amangalla es, de por sí, un destino vacacional más que satisfactorio, pero la cadena Aman recomienda acompañarlo con una estancia en el Amanwella, un lugar tranquilo en la costa y apartado de la ciudad.