Fowey Hall

Si de niño leyó El viento en los sauces, ya conocerá el Fowey Hall, solo que con el nombre de Toad Hall. No obstante, el Fowey Hall tiene algunas ventajas claras con respecto a la casa del cuento. Para empezar, existe en el mundo real, de modo que tiene un tejado que le protegerá de la lluvia.

Aunque, naturalmente, esto es solo el principio. Este hotel del pueblo de Fowey, enclavado en la costa del sur de Cornualles, es la casa solariega contemporánea por excelencia. No presenta grandes innovaciones; sus muebles no son originales ni modernos, y su decoración no es extravagante. Tampoco tiene nada de modernista ni de vanguardista. Se trata más bien de una mejora incremental. Además de un spa completamente equipado, ofrece tecnología moderna en las habitaciones; los victorianos también habrían tenido estas cosas su hubiesen podido.

El Fowey Hall destaca sobre todo por ser un hotel idóneo para familias. La nutrida oferta de actividades infantiles se complementa con la debida supervisión. En resumidas cuentas, el hotel no es excesivamente solemne ni moderno, sino todo lo informal que puede ser una casa solariega, una ventaja nada desdeñable hoy en día.