Villa Cora

Construido a petición del Barón Oppenheim para su prometida en el siglo XIX, cuando Florencia era la capital de Italia, el Villa Cora sigue pareciendo una residencia privada. Esta mansión de estilo neoclásico se encuentra a las afueras de Florencia, aunque muy bien comunicada con la ciudad y cerca de los Jardines Boboli y el Piazzale Michelangelo.

Su ubicación, ligeramente apartada, es en realidad sumamente ventajosa, sobre todo en un lugar como Florencia, que es uno de los destinos turísticos más populares de Italia. En una ciudad donde la mayoría de los turistas tiende a concentrarse en los hoteles más grandes, el Villa Cora se perfila como una opción especialmente interesante -una especie de secreto bien guardado-, gracias a su carácter tranquilo y elegante. El hotel pone a la disposición de los huéspedes un autobús de enlace para trasladarles hasta el centro de la ciudad, que se encuentra muy cerca. Si lo prefiere, puede ir dando un agradable y pintoresco paseo que le llevará unos veinte minutos.

Los interiores son opulentos, como podría esperarse de una villa histórica italiana, especialmente en Florencia. Las habitaciones han sido decoradas con antigüedades y reproducciones, así como alfombras persas y orientales y obras de arte de época. Al conocer el hotel, tan acogedor e íntimo, resulta difícil imaginar que tenga 46 habitaciones, una piscina climatizada al aire libre abierta todo el año, unos jardines perfectamente cuidados y una terraza con hermosas vistas. Aunque seguramente se sienta tentado a permanecer en el hotel todo el día, hacerlo sería un auténtico pecado en una ciudad tan espectacular como Florencia. Anímese a visitar sus atracciones y aproveche también para alardear de lo privilegiado de su habitación antes de abandonar el bullicio urbano y retirarse a su exquisita villa.