The Place Firenze

En Florencia hay muchos palazzi tradicionales y bastantes hoteles boutique de diseño moderno. Si bien es cierto que el The Place Firenze tiene más afinidades con este último grupo, no constituye exactamente el mismo concepto de hotel.

Como responsable de los hoteles Lungarno, el arquitecto del The Place Firenze no es ningún principiante en el diseño de interiores elegantes y contemporáneos, aunque podría decirse que, en este caso, ha roto moldes.
Lo que hace del The Place Firenze un lugar tan especial es la intimidad que se respira en el ambiente. Para empezar, no hay ningún mostrador de recepción y pese a que se encuentra en la bulliciosa plaza de Santa Maria Novella, uno se olvida casi por completo de la actividad de la calle. Abundan, en cambio, pequeñas salas con chimenea, antigüedades y obras de arte que evocan la atmósfera de una mansión privada, una ilusión alimentada por el hecho de que solo haya 20 habitaciones.

Podrás curiosear por la biblioteca, abstraerte con la contemplación de los cuadros, relacionarte con otros huéspedes o simplemente retirarte a su habitación, en la que se respira una agradable mezcla de lo moderno y lo tradicional que recuerda el ambiente elegante y acogedor de algunos hoteles boutique londinenses. Chimeneas estilo Luis XV y paredes revestidas de paneles se funden con colores apagados y aparatos tecnológicos en una decoración que admite tanto camas con dosel como pantallas de cristal líquido. Las habitaciones no son demasiado grandes, pero si eres un romántico, no te importará. La prioridad del The Place Firenze no es proporcionar un trato presidencial, sino ofrecer a sus huéspedes un hogar elegante cuando estén lejos de su propio hogar.

El desayuno se sirve en el antiguo patio, que ahora tiene techo de cristal. La terraza de la azotea está equipada con un sofá cama, para que puedas contemplar el panorama con toda comodidad. El restaurante y bar The Place hace guiños a la cultura de los famosos del siglo XX en un espacio con una doble personalidad, con platos sofisticados arriba y la posibilidad de una divertida sobremesa en la planta de abajo. Asimismo, el alojamiento ofrece un magnífico champagne bar anexo. Además, en la zona hay una infinidad de restaurantes. El conserje podrá recomendarte alguno o simplemente puedes explorar por ti mismo las posibilidades que te ofrece la ciudad. Esperamos que no hayas viajado a Florencia para encerrarte en la habitación de un hotel.