Casa Botticelli in San Felice

Describir la Casa Botticelli in San Felice como un hotel no nos parece lo más adecuado: más bien cabría hablar de seis habitaciones boutique en pleno corazón de Florencia. Dicho así, tampoco parece gran cosa para una escena hotelera como la florentina, pero debería serlo –o al menos eso nos parece– entre quienes estén buscando un alojamiento que les permita abordar un destino tan turístico como la capital toscana desde una perspectiva original. Si la Casa Botticelli está en condiciones de ofrecer tal cosa no es solo por lo que encierra entre sus paredes –que también, ya hablaremos de ello más adelante– sino sobre todo por su situación en lo que los hoteleros consideran el barrio más cool de Florencia.
El barrio en cuestión es Santo Spirito, un rincón de la zona de Oltrarno así llamado por la basílica que en él se levanta. Para llegar hasta aquí desde las apretadas calles del centro histórico solo tendrá que atravesar el puente de Santa Trinità y seguir caminando en línea más o menos recta. Esto significa que, aunque el barrio no estuviera salpicado de encantadores comercios y no gozara de una animada vida nocturna, la ubicación seguiría siendo envidiable, ya que conecta directa y fácilmente con las principales atracciones turísticas de la ciudad (así como con las zonas más concurridas).
Después de eso, descubrir que la Casa Botticelli es una pequeña joya de la hostelería impecablemente acabada puede parecer “demasiado bonito para ser verdad”. La casa en realidad funciona como alojamiento y galería de arte a partes iguales, por lo que muchas de las obras que la adornan están a la venta. Desde el punto de vista de la estética, la casa es un buen ejemplo del estilo florentino contemporáneo, el cual mezcla sin complejos elementos que van desde el siglo XV a nuestros días. La única desventaja, si la hubiera, es que después de disfrutar una estancia tan singular en una ciudad tan bella quizá tenga problemas para volver a casa…